Carta que le escribió la maestra
entrerriana Yohana Fucks a Lionel Messi, pensando en sus alumnos.
Lionel Messi:
Probablemente jamás leas esta carta. Pero la escribo
igual, no como hincha del fútbol sino como docente argentina, esa profesión que
elegí y que me apasiona como a vos la tuya.
Podría escribirte sobre la maravilla de tus talentos para
el deporte más amado de nuestro país, sobre el placer que me moviliza ser una
de las generaciones que pueden verte desplegar la magia en tus botines, sobre
la admiración que despertas en cada uno de los gurises del mundo entero. Pero
todo eso sería repetir frases hechas. Por eso voy a escribirte para que me
ayudes en un reto mucho más complejo de los que hasta ahora enfrentaste, quiero
que me ayudes en la difícil misión de formar
las conductas de
esos chicos que te ven como un héroe futbolero y como un ejemplo a seguir.
Por más amor y dedicación que ponga en mi trabajo, jamás tendré
de mis alumnos esa maravillosa
fascinación que
sienten por alguien como vos. Y hoy verán
a su más grande ídolo rendirse. Te ruego queno les
des el gusto a los mediocres, a esos que frustrados por sus
miles de metas no alcanzadas vuelcan sus rencores en un jugador de fútbol, a
esos que opinan de todos los demás porque hacerlo es fácil y gratuito. Y te lo
dice una maestra que con el abismal espacio que nos separa, lidia con esa
liviana costumbre argentina de creer que el trabajo de otro es sencillo, que
meter goles en un arco es tan simple como construir una casa o formar el futuro
de una persona. Esa enferma necesidad de tocar siempre de oído, de ponernos en
jueces insensatos que sentencian con desprecio y arrogancia el desempeño del
otro, poniendo con valor solo las victorias y desmereciendo
los errores como fracasos, esos
mismos errores que nos hacen humanos en continuo aprendizaje.
Por favor no renuncies, no les hagas creer que en este país solo importa
ganar y ser primero. No
les muestres que por más éxitos que uno coseche en la vida, nunca terminará de
conformar a los demás y peor aún, no les hagas sentir que deben vivir para
conformar a los otros. No les brindes ese mensaje errado de que a pesar de
tantas adversidades superadas, a pesar de pelearla desde muy pibe para llegar a
ser el hombre triunfador de hoy, a pesar de asumir responsabilidades desde muy
temprana edad y haber luchado hasta con impedimentos físicos para lograr tus
sueños, todo eso se opaca ante las críticas de los envidiosos que en el fondo
solo desean ser como vos.
Si vos que tuviste la familia acompañandote, que tenes un
rico patrimonio personal y el apoyo de tanta gente, no lo logras, ¿como podrían
ellos creerse capaces de continuar adelante pese a tantas batallas que día a
día deben enfrentar?
Yo no les hablo a ellos del Messi que juega
maravillosamente al fútbol, sino del que practicó
miles de tiros libres para lograr embocar la pelota en ese
ángulo inalcanzable para cualquier arquero; les hablo del Messi que soportó
siendo un niño como ellos tantas dolorosas agujas para seguir en pie tras lo
que amaba; les hablo del Messi que con todo el dinero que ha ganado ayuda a
otros chicos como ellos en sus diferentes dificultades; les hablo del Messi
hombre, el que formó su familia y lidia todos los días con el rol más
importante que es ser un buen padre; les hablo del Messi que impide que un
fanático que lo sorprende en pleno partido salga de allí lastimado; les hablo
del Messi que puede equivocarse hasta errando un penal porque de fallas estamos hechas las personas y eso les muestra que hasta el más
grande de todos los tiempos es imperfecto.
No te rindas, no guardes la
camiseta con los colores de nuestra Patria porque al ponertela te convertis en
un argentino mas que nos representa a todos, y no todos esperamos medallas y
copas para sentirnos maravillosamente orgullosos de que vos lo seas. No hagas que mis gurises sientan que salir segundos
es una derrota, que el valor de las personas está en cuán
llenas esten sus vitrinas, que perder un partido es perder la gloria.
Mis alumnos necesitan entender que los más nobles héroes,
sin importar si son médicos, soldados, maestros o jugadores de fútbol, son los
que brindan
lo mejor de sí mismos para
el bienestar de otros, aun sabiendo que nadie los valorará más por ello,
sabiendo que si lo logra, el triunfo es de todos, pero si falla el fracaso solo
será de él, y aun así lo intenta. Pero sobre todo, se tiene heroísmo y hombría,
cuando se lucha y superan las pérdidas con coraje y entereza, aun con todo el
universo diciéndonos que no vamos a lograrlo. Y un día se encuentran con la
mayor de las victorias: ser felices siendo ellos mismos, sin reclamarse cuántos
demonios debieron enfrentar para lograrlo.
Todos hablan de pelotas, yo creo en la fortaleza de tu
corazón.
No te vayas (hace click)