viernes, 5 de abril de 2019

La noción de Organización desde una perspectiva compleja

En esta parte del artículo se pretende construir una noción de organización que se constituya en el pun-to de partida para comprender las particularidades de la aproximación que tiene la Administración frente al fenómeno organizacional y sus posibles coincidencias y divergencias frente a otras disciplinas. En un primer momento se abordan elementos relativos a la noción de organización, los cuales perfilan aspectos que pueden tener un carácter general, independientemente de si se aborda el problema des-de la perspectiva de lo social, desde la Sociología, la Economía, la Administración, o desde disciplinas como la Biología o la Astrofísica. Posteriormente se desarrollan algunos elementos que caracterizan aquellos aspectos de las organizaciones sociales que contribuyen a la configuración de los núcleos de atención de la Administración. La aproximación para tal efecto se ha hecho desde el Paradigma de la Complejidad, con la intención de construir una noción incluyente que permita dar cuenta de las diferentes dimensiones del problema abordado.

El primer elemento esencial es el concepto de Organización, que como ya se ha mencionado puede tener diferentes acepciones. Para los fines del presente texto pueden examinarse dos conceptualizaciones que proporcionan los elementos esenciales para el análisis. De una parte, para Edgar Morin “la organización es la disposición de relaciones entre componentes o individuos que produce una unidad compleja o sistema, dotado de cualidades desconocidas en el nivel de los componentes o individuos. La organización une de forma interrelacional elementos o eventos o individuos diversos que a partir de ahí se convierten en componentes de un todo. Asegura solidaridad y solidez relativa a estas uniones, asegura, pues, al sistema una cierta posibilidad de duración a pesar de las per-turbaciones aleatorias. La organización, pues: transforma reúne, mantiene” (Morin, 1993). De manera similar, para Jean Louis Le Moigne la organización es “la propiedad de un sistema complejo que permi-te dar cuenta a la vez de los componentes de cada uno de los niveles proyectivos que son atribuidos a un sistema y de la articulación entre esos niveles, sin separarlos” (Le Moigne, 1990).

De las anteriores definiciones es posible extractar por lo menos los siguientes aspectos: a) la existencia de un grupo de elementos que se relacionan entre sí, para constituir un todo coherente; b) la emergencia de características en el todo que no son perceptibles a partir de la individualidad de sus componentes; c) la posibilidad del sistema de generar las condiciones para su reproducción y permanencia relativa en el tiempo; d) la posibilidad de transformación autónoma del sistema; y e) la existencia de una interrelación con el entorno en el que se desenvuelve.

Dentro de los conceptos presentados por estos dos autores es posible ver además el énfasis en dos elementos adicionales: el sistema y las interrelaciones entre sus componentes. Desde esta perspectiva, la noción de organización está estrecha y necesaria-mente relacionada con la de sistema y la de interrelación. Esto es lo que Morin denomina el concepto trinitario: sistema-interrelación-organización, en el que “la noción de sistema remite a la unidad compleja del todo interrelacionado, a sus caracteres y propiedades fenoménicas; la interrelación a los tipos y formas de unión entre los elementos; y la organización a la disposición de las partes dentro y por un todo” (Morin, 1993). Es importante tener en cuenta la doble implicación de la organización como concepto ya que es, como menciona Morin, una noción circular en tanto que a la vez que constituye un entramado de relaciones, formaciones, morfoestasis, invarianza, se remite a sí misma en un proceso autoconstrucción permanente. Es en ese sentido que la organización es a la vez creación y acción creadora.


Comprender la noción de organización implica, como se ha mencionado, tanto su construcción y transformación interna como su relación con el ambiente, que tiene, de un lado, la influencia de éste en sus procesos internos, y de otro la influencia de la organización en la determinación del medio.




La presente entrada fue extraída de: 
Hacia la construcción del objeto de estudio de la administración: una visión desde la complejidad – Autores: Andrés G. Hernández Martínez -Juan Javier Saavedra Mayorga - Mauricio Sanabria R. (Universidad del Rosario) Revista Facultad Ciencias Económicas, Vol. XV - No. 1, Junio 2007, 91-112 - Universidad Militar Nueva Granada (Colombia)

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