Concepto
Las
organizaciones son definidas como un conjunto de individuos que
interactúan entre sí para el logro de determinados objetivos
predefinidos. En otras palabras, es la forma que asume toda asociación
humana proyectada para la obtención de un propósito común.
Las
organizaciones son sistemas complejos que requieren un ordenamiento
jerárquico que especifique la función que cada uno debe ejecutar en la
misma. Tradicionalmente, sólo se reconocían como participantes de las
organizaciones a sus propietarios, sus administradores y sus empleados.
La
tarea administrativa es precisamente el diseño de organizaciones,
diseño que permite a las instituciones alcanzar los objetivos,
resolviendo los problemas planteados en el ambiente circundante.(Gómez Fulao 1996)
La
complejidad y diferenciación de una organización está conformada, en
forma explícita o implícita, por las distintas jerarquías y atribuciones
asignadas a los miembros componentes de la misma; que conforman la
estructura organizativa de esa organización.
Toda
organización cuenta con una estructura, la cual puede ser formal o
informal. La formal es la estructura explícita y oficialmente reconocida
por la empresa. La estructura informal es la resultante del poder de
influencia que ejercen los distintos individuos o grupos de individuos
dentro de la organización.
La
organización formal está determinada por el número de niveles
jerárquicos o funcionales establecidos, haciendo énfasis en las
funciones y las tareas que se llevan a cabo para el cumplimiento del
objetivo organizacional. Esos niveles están rígidamente definidos y
diferencian el grado de autoridad delegada y la dirección de las
órdenes, instrucciones y remuneración.
El organigrama es
la representación gráfica de la estructura organizativa, es un modelo
abstracto que permite obtener una idea uniforme acerca de una
organización, en particular de sus aspectos formales, como la división
del trabajo, la especialización, la jerarquía de los distintos niveles,
la autoridad, la responsabilidad, la coordinación, etc..
Por lo tanto, organigrama significará
la representación escrita de un conjunto de oficinas o dependencias,
dando idea de su disposición o arreglo de interrelaciones. Siendo la
estructura de una organización de naturaleza intangible, y en
consecuencia no visualizable, se trata de elaborar un modelo, concretado
mediante una representación gráfica abstracta, complementada con otros
elementos descriptivos, que definen su contenido (atribuciones y
funciones de cada puesto o sector, etc). Un organigrama no es pues la
organización propiamente dicha, sino una representación analógica de la
misma. (Martín 2002)
Finalidad de los organigramas
El organigrama es
un instrumento utilizado en Administración, que permite realizar el
análisis teórico de las estructuras organizacionales, y a su vez, posee
una clara aplicación práctica en organizaciones de distinto tipo, que
nos muestra a simple vista: la división de funciones, los niveles
jerárquicos, la departamentalización de las distintas áreas gerenciales,
las líneas de autoridad y responsabilidad, los canales formales de la
comunicación, la dependencia lineal o la función asesoramiento de un
departamento, entre otros.
Así
el organigrama se utiliza tanto para informar la estructura
organizacional a terceros ajenos a la organización, como para
desarrollar la formación de personal, como herramienta de control de la
organización y evaluación de la estructura, en procesos de
reorganización o re-ingeniería, para la evaluación de cargos y
desarrollo organizacional, entre otros.
Por último, la utilización de organigramas, en principio, cumple una doble finalidad:
1. Desempeña
un papel informativo, al divulgar las características generales de la
organización, tanto a los integrantes de la misma, como a terceros
interesados.
2. Permite
el análisis estructural y funcional de la organización, mediante la
representación gráfica de sus particularidades de la organización.
Principios Básicos
La representación gráfica de los organigramas se basa en los siguientes principios básicos (Martin 2002):
a) Unidad de mando;
b) Relaciones de dependencia jerárquica clara y definida;
c) Definición precisa de los niveles jerárquicos;
d) Definición de las principales funciones en ejecutivas y asesoras;
e) División del trabajo;
f) Subordinación y dependencia;
g) Existencia de responsabilidad y delegación de autoridad.
En
este sentido, un organigrama podría denunciar el no cumplimiento de
alguno de estos principios, tal como se presenta en los siguientes
ejemplos, que se muestran a título ilustrativo.[1]
Principio
|
Ejemplos de posibles deficiencias
|
1. Unidad de mando
|
Un sector figura en el organigrama dependiendo jerárquicamente de dos o más sectores
|
2. Definición precisa de los niveles jerárquicos
|
En
consideración a la ubicación en que se encuentra un sector, no queda
definido con claridad el nivel que le corresponde en relación al resto
de los sectores: departamento, división, sección, etc. Esto puede
acarrear, entre otros problemas, conflictos en cuanto a la asignación de
niveles de remuneración.
|
3. Separación de funciones
|
Una
posición reúne en sí misma funciones heterogéneas que pueden crear
además, condiciones incompatibles desde el punto de vista del control
interno. Por ejemplo, funciones de compras y de registración de cuentas
con proveedores reunidas en un mismo cargo. De esta manera se anula el
principio de evitar el control sobre sí mismo o el principio de control
por oposición de intereses. Otro ejemplo: auditoría dependiendo de
administración.
|
4. Precisión en la determinación de funciones de línea y de asesoramiento
|
La
existencia de cargos “adscriptos” puede crear confusión en cuanto a su
consideración de órgano de asesoramiento o de ejecución.
|
5. Alcance del control
|
Puede
observarse un desequilibrio en cuanto a la distribución de niveles o
responsabilidades, provocando deficiencias de control en algunas
áreas, en razón del excesivo número de personas y funciones a
supervisar. Por otro lado, podría presentarse la situación inversa,
cuando de un cargo depende solamente un subordinado y a éste responde
otro u otros subordinados.
En
toda organización empresaria, una excesiva cantidad de subordinados
bajo el mando de un mismo supervisor disminuirá la eficiencia e
incrementará el coeficiente de error en la operatoria de éste, como
consecuencia de la excesiva cantidad de decisiones y datos a su cargo.
En
forma inversa, una empresa en la que en una de las áreas de su
estructura existen tres niveles en los que se da el tipo de delegación
uno a uno y un cuarto nivel de ejecución, la sospecha obvia será la de
considerar que las funciones de los tres primeros niveles son
relativamente triviales y que, por lo tanto, pudieron ser comprimidas en
el trabajo de un solo jefe o gerente.
|
[1] Técnicas
de organización, sistemas y métodos. Alberto R. Lardent, Manuel A.
Gómez Echaren, Alberto Loro – Editorial Club de Estudio ,1993, Buenos
Aires, Argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario